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  • El Supremo considera libertad de expresión calificar de estafa a los videntes televisivos en un reportaje periodístico

    El Alto Tribunal anula la sentencia a un medio de prensa digital y a su redactora, por intromisión ilegítima en el derecho al honor de un tarotista.

    La Sala Civil del Tribunal Supremo ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que condenó a un medio de prensa digital y a una redactora por intromisión ilegítima en el derecho al honor de un tarotista y vidente de televisión, por el contenido de un reportaje sobre los métodos que utilizaba “para estafar a miles de personas”. El Supremo destaca que el reportaje fue claramente crítico y mordaz, pero difundió información veraz sobre un tema de interés general, como es el de los programas de televisión sobre videncia, adivinación o tarot en los que se cobra la llamada a los telespectadores, por lo que está amparado por la libertad de expresión.

    La demanda del tarotista se dirigió contra un reportaje publicado en el diario digital “El Español” titulado Así me timaron una noche con el tarot en las teles: un negocio de 3000 millones al año, seguido del subtítulo “Una periodista de ‘El Español’ analiza junto a un experto de las pseudociencias las técnicas que utiliza el vidente David Tribin para estafar a miles de personas”.

    Para el Supremo, “el artículo periodístico en cuestión no imputa al demandante la comisión de un delito de estafa, sino que la periodista califica como engaño el negocio del tarot televisivo. Se trata de una opinión muy crítica pero que se apoya en la expresión de hechos constatados (la reproducción de varias llamadas telefónicas al programa de tarot del demandante en las que este no acierta a adivinar las circunstancias personales de quien llama, o expresa vaguedades o aprovecha el recuerdo de anteriores llamadas de la misma oyente) y la opinión de otro periodista que ha escrito un libro sobre estos programas”.

    Añade el tribunal que calificar la conducta del demandante como «estafa» es una opinión de la periodista, un juicio de valor muy crítico, sobre el negocio que supone ese programa y los de su misma naturaleza, el de programas de televisión de echadores de cartas, videntes o futurólogos en los que los espectadores hacen consultas en directo por medio de llamadas telefónicas de tarificación especial.  Y destaca el Supremo que las expresiones «estafa» o «timo» “se pueden utilizar coloquialmente para calificar un servicio defectuoso, engañoso o sin valor, o por el que se cobra una cantidad que se considera injustificada o desproporcionada”.

    Por ello, entiende que “es lícito que la periodista opine que esas actividades de adivinación, las del demandante y las de los protagonistas de otros programas similares, constituyen un engaño o que se cobra una cantidad injustificada o desproporcionada por estas llamadas y las esperas a que se somete a quienes llaman, y que así lo exprese en el artículo periodístico”.

    Información lícita

    Respecto a que el demandante cobre un sueldo fijo y no una comisión o porcentaje sobre lo que se recauda por las llamadas de teléfono que recibe en el programa no es óbice, según subraya el Supremo, a que la información sobre el coste de las llamadas al programa sea veraz. “En el artículo se informa sobre lo que cuestan las llamadas al programa, no se dice que ese dinero lo reciba directamente el demandante. Y, en todo caso, es obvio que si el demandante cobra un sueldo por hacer ese programa es porque la productora logra beneficios de las llamadas que hacen los espectadores, y que la percepción de un sueldo por el demandante está directamente vinculada con la obtención de beneficios por la empresa que se lo paga”.

    La demanda del tarotista fue inicialmente desestimada por un Juzgado de Getafe, pero la Audiencia Provincial de Madrid le dio parcialmente la razón al considerar que el reportaje constituyó una intromisión ilegítima en su derecho al honor, por lo que condenó a los demandados a pagarle una indemnización de 10.000 euros y a la eliminación de la noticia de Internet. El Supremo anula esta última sentencia y confirma la desestimación de la demanda.

  • CONSEJOS PARA EVITAR SER VÍCTIMA DE MANIPULACIÓN

     

     

    «No todo lo que brilla es oro»… con esta frase podríamos empezar a describir lo que es una persona manipuladora. Por fuera se presentan como seres encantadores y seductores, pero por dentro saben qué herramientas emplear para que la gente de su alrededor hagan lo que ellos quieren. ¿Eres víctima de manipulación?

    La manipulación a veces es más obvia, a veces menos, ya que no todas las personas proceden del mismo modo. Del mismo modo, no todas las víctimas tienen las mismas características. A nivel individual, el manipulado empieza a experimentar una sensación de pérdida del control de su vida, como si estuviese acorralado o haciendo cosas que no quiere.

    Luego, a nivel interpersonal, la relación empieza a desgastarse con el tiempo, dado que, al notar la manipulación, este buscará evitar al manipulador o establecer una distancia. Pese a esto, no siempre es sencillo «escapar» de dichas conductas. Veamos un poco más al respecto.

    Características de una persona manipuladora

    Está claro que no existen dos personas manipuladoras iguales; sin embargo, es cierto que sí comparten algunas características. Entre ellas, podríamos mencionar las siguientes:

    • Son personas que se guían por la frase «el fin justifica los medios». En este sentido, lo primero es su voluntad, lo segundo sus deseos y lo tercero, ellos mismos. Para obtener lo que quieren, pueden ordenar hábilmente las piezas y hacer sus jugadas de abuso psicólogico.
    • No se dejan llevar por lo que consideran «sentimentalismo» ni tampoco les preocupa el comportamiento ético. Es decir, no les conmueve que la otra persona tenga que hacer algo con lo que no está de acuerdo, así como tampoco tienen  culpa por lo que hacen. Los mueve el narcicismo, el hedonismo y el egoísmo, siempre lejos de la empatía.
    • Muchas veces, cuando ven que no logran manipular, se convierten en perfectos intérpretes del rol de víctimas, en un intento por conmover (y convencer).

      Para evitar ser víctima de manipulación:

      Evitar caer en el juego de la manipulación puede no ser una tarea sencilla. No obstante, hay algunas estrategias simples que pueden ayudar a mantener lejos a los manipuladores. ¡Ponlas en práctica!

      1. Aprende a conocerte, respetarte y escuchar tus propios deseos

      Muchas veces, das el «sí» fácil y dejas de lado aquello que en realidad quieres hacer. En pocas palabras, no te das la oportunidad de pensar qué te gusta y qué experimentas frente a determinadas situaciones. La próxima, no dejes de lado estos interrogantes, ¿qué quiero? ¿Qué no quiero?

      Es fundamental concederse espacio para al autoconocimiento, ya que cada uno tiene sus propios temores e inseguridades que son el blanco perfecto para la manipulación.

      2. Pon límites sin culpa

      En relación al punto anterior, a partir del autoconocimiento  y del respeto por uno mismo, es primordial aprender a poner límites. Debes ser consecuente con aquello que deseas y lo que no. A veces, esto puede ser complejo, sobre todo si la persona que manipula se vale de tus puntos débiles para tratar de convencerte.

      3. Mantente firme en la postura

      Siempre trata de dejar claro lo que piensas y lo que vas a hacer. Aprender a decir que no. La mayor parte de las veces, la persona que manipula intentará persuadirte de lo contrario. Sin embargo, no hay que dejar lugar a dudas ni titubeos. Es conveniente hablar con seguridad y convencimiento, incluso a través del lenguaje corporal.

      Si el manipulador empieza a ponerse insistente, lo mejor es que interrumpas la conversación y le manifiestes que ya no quieres hablar de dicho tema en ese momento. No debes permitir las faltas de respeto ni tampoco tienes que disculparte por no acceder a sus pedidos.

      4. Trabaja tus emociones

      Este punto se relaciona con todos los anteriores; es necesario trabajar sobre las emociones, reconocerlas, validarlas y aprender a manejarlas. En caso contrario, se convierten en ese punto débil que ya mencionamos, y a través del cual el manipulador  busca ejercer su control.

      Los argumentos de una persona que manipula siempre acaban apelando al «no te cuesta nada», «para mí es realmente importante, sino no te lo pediría», «pensaba que podía contar contigo», entre muchos otros más. De allí que identificar cómo te sientes y ser congruente con ello, sea tan necesario para no caer en la culpa y en el miedo.

      5. Restringe tu contacto

      Si crees que eres víctima de manipulación, intenta alejarte tanto como te sea posible de la persona manipuladora. Si no puedes hacerlo (por ejemplo, porque mantienes una relación laboral), intenta disminuir el contacto y limitarlo a lo justo y necesario.

      Emplea el «si, no, entendido» y otras respuestas monosilábicas, de tal modo que no tenga la oportunidad de iniciar una conversación, ni obtener información privada sobre tu vida. Las personas que manipulan son expertas en dar vuelta el discurso. Por eso, lo mejor es evitar dar demasiadas explicaciones.

      Uno de los casos más frecuentes y nocivos de manipulación es el gaslighting , que se refiere a una forma de abuso emocional muy sutil, que termina por hacer dudar a la persona de sus propios pensamientos y hasta de su propia cordura.

      Es una de las formas de manipulación más invisibles, pero más perniciosas, con terribles consecuencias a nivel psicológico. Suele disfrazarse de problemas de pareja, pero en realidad es manipulación con todas las letras.

      Por todo lo anterior, debes tener mucho cuidado con aquello que dices o sugieres, ya que pareciera que las personas deberían ser de tal o cual forma para no ser víctimas de algo, en lugar de exigir o esperar que los manipuladores se comporten como debe ser.

      Esta postura termina por comprometer la autoestima de quien es manipulado y, muchas veces, este acaba pensando que en verdad tiene la culpa. Lo cierto es que el entorno mismo acaba reforzando el círculo vicioso entre manipulador y víctima.

      María Fátima Seppi Vinuales(Psicóloga)
  • Desde RedUne solicitamos la tipificación penal de la persuasión coercitiva. ¿Cuándo vamos a proteger y amparar bajo la ley a las víctimas de grupos coercitivos?

    Desde RedUne solicitamos la tipificación penal de la persuasión coercitiva. ¿Cuándo vamos a proteger y amparar bajo la ley a las víctimas de grupos coercitivos?

    👋Políticos del Congreso de los Diputados: Desde RedUNE solicitamos la tipificación penal de la persuasión coercitiva. *¿Cuándo vamos a proteger y amparar bajo la ley a las víctimas de grupos coercitivos?*

    🙏 Necesitamos vuestra ayuda. *Si conseguimos 1500 apoyos ✍️, desde la plataforma Osoigo se contactará a representantes del Congreso de los Diputados para que respondan.*
    *¿Nos ayudas apoyando la pregunta a través del link y difundiendo este mensaje?*¡Gracias!

    AQUÍ LINK: Solicitamos la Tipificación Penal de la Persuasión Coercitiva

     

    IMPORTANTE A TENER ENCUENTA:

  • SIMPOSIO SOBRE GRUPOS COERCITIVOS Y DERIVAS SECTARIAS.

    SIMPOSIO SOBRE GRUPOS COERCITIVOS Y DERIVAS SECTARIAS

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  • Qué es la agresión pasiva y cómo identificar esta forma de manipulación.


    La agresión pasiva es una forma de manipulación en la que una persona expresa la hostilidad o la frustración desde la calma para confundir a la víctima

    Una psicóloga explica varios ejemplos de agresión pasiva: insultar con tono de voz tranquilo, hacer bromas hirientes o castigar con el silencio son algunos de ellos

    ¿Qué hacer si mi pareja, amigo , familiar o grupo me manipula? Te contamos cómo reaccionar ante la agresión pasiva.

    Existe manipulación cuando una persona controla la conducta, emociones o pensamientos de otra, utilizando estrategias que le permiten obtener un beneficio personal. Por ejemplo, un jefe que te amenaza para que hagas horas extras no remuneradas, un familiar que te llama exagerado cuando te enfadas para no reconocer que se ha pasado de la raya, o una pareja que utiliza el victimismo para retenerte en una relación tóxica.

    En cualquier caso, la manipulación provoca una oleada de reacciones psicológicas catastróficas: la víctima pierde su autoestima y su libertad poco a poco, y puede desarrollar problemas para regular sus propias emociones. Mientras tanto, la persona manipuladora no reconoce su problema y suele saltar de relación en relación, sintiendo una gran soledad que intenta llenar con nuevas relaciones tóxicas.

    MÁS

    ¿El primer paso para frenar la manipulación? Detectar las señales y diferentes formas en que se ejerce, siendo una de ellas la agresión pasiva.

    La agresión pasiva: cómo identificar esta forma de manipulación tan común.

    Algunas personas son capaces de apagar su enfado como si fuese un incendio. Poco a poco, se tranquilizan hasta que se calman y pueden comunicarse con su pareja de manera constructiva.

    Otras, en cambio, fingen estar tranquilas, ocultando la rabia y comunicándose de una forma agresiva muy sutil. Esto es lo que se conoce como agresión pasiva, una forma de manipulación en la que se expresa la hostilidad o la frustración desde la pasividad para confundir a la víctima.

    Por ejemplo, insultando a la víctima con un tono de voz totalmente calmado. Después, niega lo ocurrido y tacha a la víctima de exagerada o mentirosa, eludiendo su responsabilidad y normalizando las faltas de respeto.

    Algunos ejemplos de agresión pasiva que pueden ayudarnos a identificar esta forma de manipulación son:

    1. Insultar con un tono de voz totalmente calmado o hacer comentarios hirientes sarcásticos o “de broma”. Es decir, se escuda en la calma o en el humor para faltar al respeto.
    2. Cuando la persona manipuladora se queda sin argumentos y quiere seguir hiriendo a la víctima, utiliza errores que ésta cometió en el pasado (y que estaban supuestamente superados) o que ha cometido con otras personas (y que no afectan en nada a la relación). Por ejemplo, echar en cara a tu pareja que antes de formalizar la relación, tontease con otros, o atacarla con los fallos que cometió con su expareja.
    3. Alejarse durante un conflicto (hacer el vacío a la otra persona, no coger sus llamadas o bloquearla en WhatsApp). Justifica este comportamiento diciendo que “lo hace para no hacer daño” como si solo hubiese dos opciones: el completo silencio o perder los papeles. Para la persona manipuladora, no hay término medio.
    4. Obstaculizar la comunicación. Cuando la víctima le pregunta a la persona manipuladora si está enfadada, dirá que “no”. Ocultará sus emociones. Pero después, se enfadará con la víctima por no haberle leído el pensamiento y utilizará frases como que “era obvio” o “pensaba que lo sabías”. El objetivo es intimidar, menospreciar y culpabilizar a la víctima.
    5. Cuando la víctima dice que estas actitudes le molestan, la persona manipuladora niega lo ocurrido, la tacha de exagerada, elude su responsabilidad y normaliza las faltas de respeto.

    Qué hacer si me agreden pasivamente.

    Si tu pareja/amigo/familiar te agrede pasivamente de forma voluntaria (es decir, sabe perfectamente que está manipulándote y sigue haciéndolo), lo mejor que puedes hacer es alejarte. Pon distancia, apóyate en tus seres queridos y, si lo necesitas, toma medidas legales porque la manipulación puede ir de la mano del maltrato psicológico. Protege tu integridad física y, sobre todo, tu salud mental.

    Si, en cambio, tu pareja/amigo/familiar te manipula sin darse cuenta, la prioridad sigues siendo tú.

    La persona manipuladora puede demostrar que quiere cambiar pidiendo ayuda profesional, identificando sus conductas dañinas y cambiándolas poco a poco. ¿Tienes que estar a su lado durante este proceso? Solo si la manipulación frena y, sobre todo, si tu salud mental no se ve dañada. Mientras tanto, recuerda que no eres mala persona por protegerte y alejarte de un comportamiento que te hace daño.

    Marina Pinilla

  • Subyugó a una familia haciéndoles creer que era la reencarnación de San Francisco Javier.(Condena por persuasión coercitiva)

    Como la realidad supera muchas veces la ficción, el caso que pueden leer resulta tan tétrico porque ha sido absolutamente verosímil. Así lo ha confirmado ahora la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla que ha condenado a Francisco Javier S.M. a 22 años y medio de prisión por violar a la hija de una familia a la que había subyugado de tal forma que les hizo creer que era la reencarnación de San Francisco Javier. Les humilló y denigró durante más de cuatro años, entre 2015 y 2019, hasta que la joven pudo salir de la vivienda en la que vivían la familia del acusado y las victimas, los padres de la joven y su hermano, que también sufría maltrato.

    La chica, víctima de las violaciones, escapó de esa dinámica de sometimiento que ya empezaba a cuestionar para trabajar en Marbella como empleada del hogar de una adinerada familia árabe que, al poco tiempo, se percató de que la joven había sufrido una historia de terror que había que denunciar. La chica había llegado con apenas 50 céntimos y una tarjeta para recargar el móvil.

    La sentencia, adelantada ayer por Diario de Sevilla, condena al acusado a 15 años por un delito continuado de agresión sexual, seis años por dos delitos de maltrato habitual y un año y medio por un delito contra la integridad moral. Además, el tribunal castiga con 7 años y medio de cárcel a la hija del acusado por malos tratos a la víctima y a la familia de esta a la que tenían sometida y, sin embargo, absuelve a la mujer del procesado como cómplice de los delitos. También resultan absueltos los padres de la joven, que estaban acusados en la vista oral de abandono de familia y que incluso declararon contra ella, Se les aplica la eximente completa de alteración psíquica, es decir cometieron los hechos pero su estado mental les impide tener responsabilidad sobre los mismos. El acusado y su hija se aprovecharon de la vulnerabilidad emocional de esta familia parar llegar a instalarse en su casa, manejarles la economía familiar, les obligaban a dormir en el suelo e incluso les sometían a rituales de limpieza y purgas para ahuyentar a los malignos.

    Este retorcido asunto se originó después de que la mujer del principal acusado, el falso Santo, conociera a la pareja en su trabajo en unos grandes almacenes. Por entonces, el matrimonio «atravesaba una situación de vulnerabilidad emocional». Ella tenía una grave depresión y se encontraban inmersos en una severa crisis conyugal. Ahí fue cuando la familia procesada del falso Santo se presentó para con la excusa de ayudarles a superar las dificultades, ganarse su confianza e influir hasta tal punto en ellos en un proceso que denomina la Fiscalía de «persuasión coercitiva», es decir, que a través de estrategias abusivas de forma planificada y engañosa consiguieron ejercer una influencia mayúscula sobre el núcleo familiar y los hijos, de 14 y 11 años.

    Perdieron cualquier capacidad crítica y de raciocinio hasta anularles la voluntad, llegaron a instalarse en su domicilio, los hijos pasaron a dormir en el suelo, no tenían control de los gastos diarios y les sometían incluso a rituales o purgas que consistían en poner las manos sobre velas en los que incluso sufrían quemaduras. A su vez, los menores sufrían golpes y castigos y, tras córtales el suministro de agua por no pagar, les mandaban a realizar numerosos viajes cargados con garrafas de cinco litros de agua. Si se quejaban, les humillaban vaciándolas delante de ellos para que tuvieran que ir de nuevo a llenarlas.

    Dentro de la vivienda, realizaba una serie de sesiones de tintes supuestamente religiosos, en los que además de las purgas, el supuesto Santo entraba en trance y, a través de él, hacía creer que hablaba San Francisco Javier. También les engañaban diciendo que recibía correos del más allá, de personas fallecidas, y hacían rezar a los menores delante de la televisión convenciéndoles de que se producían fenómenos sobrenaturales.

    Los abusos, en un viaje a Navarra

    El episodio más atroz, según la acusación, ocurrió en 2016 cuando las dos familias realizaron un viaje a Leyre (antes ya habían acudido a Navarra al bautizo de un nieto de los procesados) con la excusa de conocer la cuna y los lugares emblemáticos vinculados a San Francisco Javier, el santo en el que decía haberse reencarnado. Así, con la excusa de que tenía que proceder a una ‘limpieza’ de la adolescente, la sometió a diversos tocamientos calificados ahora por la Fiscalía como abusos sexuales. El acusado le dijo a la menor que guardara silencio y que ese hecho quedaba entre ella «y el de arriba». En febrero de 2017, con el mismo fin, inició otro ritual en el que la agredió sexualmente. Esa figura de la reencarnación generó “unas ideas patológicas respecto de la dimensión, capacidad de influencia y valía espiritual del acusado y el matrimonio, padres de la víctima, había perdido cualquier capacidad crítica frente a esa influencia, resalta la sentencia.

  • ¿Qué es el ‘gaslighting’ o luz de gas, cómo identificarlo y cómo enfrentarlo?

    Imagen de recurso de una persona sujetándose la cabeza por desesperación

    La sociedad española ha empezado a concienciarse realmente sobre la importancia de la salud mental desde la pandemia. Con la integración de ciertos términos de psicología al discurso político y la extensa divulgación en redes, los habitantes de nuestro país entienden por primera vez la gravedad de ciertos actos de maltrato y manipulación que antes se consentían o pasaban inadvertidos.

    Una de las formas de manipulación psicológica más extendida es el gaslighting, luz de gas en español. Una palabra que proviene de la película clásica de la época dorada de Hollywood Gaslight dirigida por George Cukor en 1944 y protagonizada por el actor Charles Boyer y la icónica actriz Ingrid Bergman.

    Durante la cinta, un hombre manipula a su mujer para que esta crea que está loca y así hacerse con su fortuna. Entre otras cosas, le esconde objetos haciéndole creer que es ella la responsable de que no estén o atenúa la luz, que era de gas porque no había electricidad, y mantiene que el fuego brilla con la misma intensidad que antes. En consecuencia, la protagonista duda de su cordura, llora, tiene ansiedad y cree estar volviéndose loca. El escenario perfecto para que el marido abusador perpetúe su plan.

    ¿En qué consiste el gaslighting?

    Según la Real Academia Española (RAE), el término gaslighting se puede traducir como hacer luz de gas a alguien y lo define como “intentar que dude de su razón o juicio mediante una prolongada labor de descrédito de sus percepciones y recuerdos”.

    Se trata de un patrón de abuso emocional en el que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia cordura, percepción, memoria o raciocinio. Generándole a la persona que lo sufre un estado de ansiedad, confusión o incluso depresión.

    ¿Qué efectos tiene sobre la víctima?

    Los efectos psicológicos del gaslighting a medio y largo plazo conllevan que la víctima asuma erróneamente que carece de criterio propio para tomar decisiones sobre su vida. Estos son los principales:

    • Dudas de tu memoria: te planteas que quizás no te acuerdas bien de lo que ha ocurrido o de lo que has hecho o dicho porque la otra persona insiste en que nada es como tú lo crees recordar.
    • Dudas de tu capacidad de razonar: te convencen de que no sabes interpretar bien lo que ves o lo que oyes, y que las conclusiones que sacas están equivocadas. Por lo que te fías a ciegas del criterio de la otra persona que sí está segura de lo que hace.
    • Dudas de tu salud mental: si el maltrato es reiterado, puedes llegar a dudar de tu cordura y asumir que tienes un trastorno psicológico real que explique tus “exageradas” o “inadecuadas” reacciones.
    • Desconfías de ti: tu criterio parece tan errado que ya no te fías de tus instintos o de tu razonamiento, solo de aquella persona que te maneja y te genera miedos e inseguridades para que nunca se rompa la dinámica de poder.
    • Pierdes tu autoestima: como consecuencia de lo anteriormente mencionado, tu autoestima disminuye hasta mínimos. Te sientes inútil, incapaz e inestable y pierdes toda perspectiva sobre tu valor como persona.

    ¿Cómo identificar el gaslighting?

    Es difícil salir de esta dinámica, ya que del rol de sumisión que adopta la víctima de gaslighting se aprovecha el abusador que utiliza la asimetría de poder para mantener siempre enganchada a su víctima. Sin embargo, no es imposible, y los psicólogos insisten en que conocer y poner en práctica ciertas estrategias puede ayudar a enfrentar este tipo silencioso de manipulación.

    Confía en tu intuición y tu instinto

    Si sientes que se ha encendido una alarma dentro de ti porque algo no va bien, ponle atención y analiza qué es lo que no te cuadra. Tus vivencias deben contar para ti más que las del resto. Además, en la comunicación no solo tú debes esforzarte en comprender un mensaje, la responsabilidad se comparte.

    No busques la aprobación de otro

    No hace falta convencer a nadie para que te den su aprobación, se puede estar en desacuerdo con los demás y tener opiniones dispares. Tienes libertad para finalizar una conversación que no te aporta nada.

    Tú mandas en tus pensamientos

    Tus emociones, sentimientos y pensamientos no son buenos ni malos. Nadie puede decidir si algo que sientes es cierto salvo tú. Si sientes que te han dañado o te han humillado no hay debate posible ni está sujeto a discusión.

    Ten presente los valores que tienes

    Conocer tus principios básicos te ayudará a estar centrado, a no dudar de ti y a saber qué valoras de la gente que tu vida. Se podría decir que los valores se entienden como la columna vertebral del comportamiento de cada uno. Si nos presionan para ignorar estos valores, es que no están intentando manipular.

    Pon límites personales y mantenlos firmes

    Si alguien decide traspasarlos, comunícalo y plantea las consecuencias. Has de mantenerte firme para que no vuelva a ocurrir o alejarte si es algo definitivo que no tiene solución. Desde la asertividad se puede conseguir mantener unos límites sanos con los demás y evitar que te manipulen.

    No te centres en solo una persona, busca un círculo de apoyo más amplio

    La última estrategia para actuar frente al gaslighting es tener a varias personas en tu vida que te quieran y te apoyen, que valoren tus opiniones y respeten tus límites. Ellos te ayudarán a salir de dinámicas tóxicas y afianzarán tu seguridad. Conocer varias visiones de una misma realidad promueve no fiarse al 100% de una única persona.

  • El peritaje psicológico de las víctimas de persuasión coercitiva en grupos totalitarios.

    Sumario: Introducción. Aspectos jurídico-forenses. Secuelas psicológicas de las víctimas. Diagnóstico psicológico forense. Conclusiones. Bibliografía.

    Resumen: La persuasión coercitiva en grupos totalitarios genera daño psicológico a sus adeptos. Cuando el citado perjuicio es denunciado ante la autoridad judicial, suele ser necesario un peritaje psicológico forense de la víctima para poder aportar al juez la correlación existente entre las actuaciones del grupo totalitario y las secuelas psicológicas que dicho proceder ha provocado en la persona denunciante.
    Para ello, es necesario conocer los procedimientos periciales e instrumentos diagnósticos especializados para esta tarea.

    Palabras clave: Peritaje forense, instrumentos diagnósticos, grupos totalitarios, persuasión coercitiva.

     

    INTRODUCCIÓN.
    El ser humano tiene un conjunto de necesidades que en ocasiones intenta cubrir en el seno de ciertos grupos. En este sentido, Fiske (2010) indica cinco motivos sociales para que las personas se integren en grupos: la comprensión, el control, la potenciación personal, la confianza y la pertenencia, siendo este último,
    habitualmente, el principal motivo.
    Hay que destacar que dentro del ámbito asociativo existen diversos grupos debidamente legalizados, que ofrecen cultos diversos, reflexiones filosóficas,
    doctrinas esotéricas, terapias alternativas, entre otras, como recursos de autoayuda
    o de crecimiento personal. Estas organizaciones brindan propuestas seductoras orientadas a la captación de sus futuros adeptos.
    Algunos de estos grupos, por sus formas de actuar, son popularmente conocidos como “sectas”, aunque el citado término no sea preciso ni correcto. Alonso, F. (2010)
    La tipología de grupo al que nos referimos, por sus consecuencias negativas en
    la salud mental de sus adeptos, utilizan metodologías de funcionamiento centradas
    en la persuasión coercitiva y adoctrinamiento. Se trata de un tipo de persuasión
    sutil y perniciosa que genera una distorsión cognitiva identitaria. Los seguidores
    llegan a considerar al grupo y a sus miembros como sus únicos vínculos con el
    mundo exterior.
    Son grupos de estructura piramidal con un líder al que sus miembros rinden
    obediencia. El líder es la persona con más autoridad. Todas las decisiones de cierta
    trascendencia son tomadas por el líder y sus seguidores más cercanos.
    Cualquier actividad fuera del grupo queda condicionada a la aquiescencia del líder y a la ideología de la organización. Rodríguez, A. (2004).
    Los miembros que constituyen el grupo deben trabajar para la propia organización, y realizar aportaciones económicas establecidas, con el fin de sostener la financiación de la organización. En algunos casos incluso donando todos sus bienes.
    Es habitual que los adeptos, una vez instalados definitivamente a vivir en estas organizaciones, reciban una alimentación reducida, les limiten las horas de sueño y en ocasiones les administren determinadas drogas, con la finalidad de que les queden mermadas las capacidades físicas y psicológicas.
    Los individuos captados al principio reciban tanto por el líder como por el resto de adeptos numerosas manifestaciones afectivas, haciéndole sentir exclusivo y querido, posteriormente, empiezan a ser intimidados y amenazados, ante cualquier pensamiento crítico hasta conseguir al respecto un intenso sentimiento de culpa. Cuevas, J.M., (2016).
    Si bien, bajo engaño, la entrada a estos grupos totalitarios es fácil, el abandono se hace difícil debido al deterioro emocional y físico. En algunos casos hay miembros
    que son expulsados por el grupo debido a su falta sistemática de sometimiento y en
    otros casos se dan abandonos al no soportar la presión grupal o por la intervención
    de las familias.
    En algunos casos, al abandonar d estos grupos totalitarios, los exadeptos suelen incoar denuncias contra estas organizaciones por los daños sufridos, entre otros de tipo psicológico, haciéndose necesario el peritaje psicológico forense.

    Peritaje psicológico de las víctimas de persuasión coercitiva

  • LA CAMARA DE DIPUTADOS ARGENTINA LEGISLA LA PERSUASIÓN COERCITIVA

     Logo de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación ArgentinaResulta imperioso dictar normas que ataquen en forma directa la problemática
    ofrecida por las organizaciones que coaptan el pensamiento del individuo,
    socavando su estructura psicológica al tiempo de degradarlo y reducirlo a pura
    cosificación; todo ello de manera sistemática y mediante la aplicación de técnicas de persuasión coercitiva o, en términos coloquiales, lavado de cerebro.

    Resulta imperioso entender el problema como un proceso fenomenológico
    progresivo y limitante en los que las víctimas de las formas de persuasión
    coercitiva han realizado, en forma externa y aparente voluntariamente, conductas
    (activas u omisivas) contrarias a sus intereses y bienes jurídicos.

    Es por ello que quedarán comprendidas dentro de la tipificación de la figura de la
    Persuasión Coercitiva la realización de todas aquellas técnicas y procedimientos de tipo físico y psicológico destinadas a mellar la estructura psíquica del sujeto pasivo, llevándolo a un cuadro de situación en la que tome decisiones que atenten contra sus legítimos intereses.

    Siendo la lógica secuencia, implementación por parte del sujeto activo de técnicas y procedimientos de persuasión coercitiva dirigidas al sujeto pasivo, limitación de la estructura psíquica de éste –colocándolo en un estado de capitis diminutio- y consecuente tomas de decisiones auto perjudiciales por parte de la víctima.

    La ubicación de la presente figura tipológica no presenta mayores dificultades
    dogmáticas por cuanto las técnicas de persuasión coercitiva se caracterizan desde los plano óntico y ontológico por dirigirse a atentar contra la libertad de la víctima.
    Libertad entendida no solo como capacidad de auto determinación ambulatoria, si no en cuanto a la incolumidad de la facultad de la persona de tomar decisiones en forma individual.

    DOCUMENTO DIPUTADOS ARGENTINA

    DOCUMENTO COMPLETO

  • CAMPAÑA PARA LA TIPIFICACIÓN PENAL DE LA PERSUASIÓN COERCITIVA

    Soy una de tantas víctimas afectada por un grupo psicoterapéutico. En mi caso talleres/ retiros terapéuticos dirigidos por personas sin cualificación profesional ni acreditación por parte de ningún Colegio de Psicólogos.

    Siempre nos decían que todos éramos libres de dejar la “terapia “cuando quisiéramos, pero en la práctica eso no era verdad. Hemos vivido estas experiencias con autentico terror que aun siguen en nuestros cuerpos. El chantaje emocional y la persuasión coercitiva que han ejercido nos han destrozado nuestra personalidad. En vez de ir a mejor, nos ha hipotecado nuestra relación con nuestros allegados y amistades en un laberinto de dificultosa salida, a no ser con la ayuda profesional de verdaderos psicólogos. A ello hay que sumar prácticas chamánicas con sustancias ilegales y derivados alucinógenos.

    Por desgracia son muchísimos los casos parecidos que se están destapando en investigaciones periodísticas, así como por parte de asociaciones de víctimas  que ayudan a personas en rehabilitarse por dinámicas abusivas.

    En muchas de las experiencias relatadas, acontece que el autor o grupo ha ejercido un estado de sometimiento  psicológico o físico, resultante del ejercicio de presiones graves y reiteradas. Así como por ejemplo de técnicas orientadas a alterar el juicio, para conducir a la victima a un acto o a una omisión que terminara resultándole perjudicial.

    Muchas veces el responsable de hecho o de derecho de un grupo de estas características desarrolla actividades orientadas a crear, mantener o explotar el estado de sujeción psicológica o física de las personas que participan en las mismas para beneficio propio o del entramado organizado. Tenemos igualmente conocimiento de que existen centros en los que acuden menores con un progenitor con el consiguiente perjuicio para la salud, educación y desarrollo que pudieran hipotecar su futuro como personas en su mayoría de edad.

    Desde hace décadas prestigiosos estudios en psicología y otras ciencias vienen demostrando una especial forma de anular o restringir la voluntad de las personas. Hay miles de víctimas en España y en todo el mundo que denuncian anualmente abusos perpetrados por personas o grupos aprovechándose de la confianza y de su autoridad incriticable, sin embargo, la mayoría de casos se archivan o no llegan a juicio, en otro caso, la familia de la víctima no encuentra amparo legal, se destruyen familias enteras y en muchos casos llegan a tener graves problemas psicológicos y e ideas suicidas.

    A este fenómeno se la ha denominado de muchas formas (lavado de cerebro, reforma del pensamiento) pero en las últimas dos décadas se le ha empezado a denominar “manipulación psicológica” o “persuasión coercitiva”. Este consiste fundamentalmente en el control cognitivo, volitivo, ambiental, social, comunicativo y emocional de la persona, y puede ser perpetrada por una persona contra otra o por un grupo contra otra o varias personas.

    Este es un problema de dominación y de especial violencia psicológica sutil, indirecta, progresiva e imperceptible por la víctima que tiene ciertas similitudes con la violencia de género. Es  urgente legislar con garantías en la protección ante abusos psicológicos especiales en cualquier tipo de relación social y antes de que surja una lesión psicológica grave catalogable como delito, pues antes de sufrirse este tipo de trastornos, la dominación y abuso psicológico de las personas constituye una forma ya de violencia intolerable en una sociedad democrática. Igualmente y en base a nuestra experiencia hay que  actualizar la identificación de los diversos procedimientos manipuladores que ejercen grupos y personas, en la era digital. Con el fin primordial de reclutar adeptos a las más variadas propuestas.

    En España, el art. 515.2º CP establece que “son punibles las asociaciones ilícitas, teniendo tal consideración: Las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución”. Sin embargo, este delito nunca ha sido aplicado en España en casos de relaciones o grupos coercitivos, lo que precisa de una regulación legal que de forma clara criminalice aquellos casos en los que se ejerza la persuasión coercitiva. Otros delitos del Código penal, como el de coacciones, se presentan obsoletos en su redacción, lo que tradicionalmente ha llevado a los jueces a no castigar este tipo de abusos psicológicos como una coacción o como un atentado a la integridad moral.

    Otros países de nuestro entorno sí que criminalizan la “persuasión coercitiva” y el “abuso de debilidad” en cualquier tipo de relación social (Francia, Bélgica, Luxemburgo, y en Reino Unido como una variante más de la violencia de género) lo que comprueba la realidad del fenómeno pero también la necesidad de que España no se quede rezagada en la protección de sus ciudadanos.

    Recientemente, en 2021, el Tribunal Supremo español, en su Sentencia núm. 352/2021, de 29 de abril (ECLI: ES: TS:2021:1493) (LA LEY 32781/2021) define por primera vez en la historia la “persuasión coercitiva” siguiendo las recomendaciones de la doctrina penal apoyada en la psicología especializada. El Tribunal Supremo español define la “persuasión coercitiva” como un injusto asociado a la limitación o anulación de la capacidad de la libre voluntad por la producción de un horizonte de expectativas comportamentales limitado o anulado, sin perjuicio de otros resultados injustos posteriores. La eliminación o restricción del horizonte de expectativas sería comparable a la creación de un déficit de socialización mediante una forma de violencia, si bien, sería una violencia diferente a otras por ser más sutil, indirecta, progresiva e imperceptible para la víctima.

    Por todo ello solicitamos a todos los partidos políticos del espectro parlamentario de nuestro Congreso de Diputados a que incorporen en sus programas electorales la tipificación penal de la Persuasión Coercitiva amparándose  en los prestigiosos estudios científicos en psicología, sociología y Derecho que avalan su naturaleza criminal.

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