El Supremo considera libertad de expresión calificar de estafa a los videntes televisivos en un reportaje periodístico

El Alto Tribunal anula la sentencia a un medio de prensa digital y a su redactora, por intromisión ilegítima en el derecho al honor de un tarotista.

La Sala Civil del Tribunal Supremo ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que condenó a un medio de prensa digital y a una redactora por intromisión ilegítima en el derecho al honor de un tarotista y vidente de televisión, por el contenido de un reportaje sobre los métodos que utilizaba “para estafar a miles de personas”. El Supremo destaca que el reportaje fue claramente crítico y mordaz, pero difundió información veraz sobre un tema de interés general, como es el de los programas de televisión sobre videncia, adivinación o tarot en los que se cobra la llamada a los telespectadores, por lo que está amparado por la libertad de expresión.

La demanda del tarotista se dirigió contra un reportaje publicado en el diario digital “El Español” titulado Así me timaron una noche con el tarot en las teles: un negocio de 3000 millones al año, seguido del subtítulo “Una periodista de ‘El Español’ analiza junto a un experto de las pseudociencias las técnicas que utiliza el vidente David Tribin para estafar a miles de personas”.

Para el Supremo, “el artículo periodístico en cuestión no imputa al demandante la comisión de un delito de estafa, sino que la periodista califica como engaño el negocio del tarot televisivo. Se trata de una opinión muy crítica pero que se apoya en la expresión de hechos constatados (la reproducción de varias llamadas telefónicas al programa de tarot del demandante en las que este no acierta a adivinar las circunstancias personales de quien llama, o expresa vaguedades o aprovecha el recuerdo de anteriores llamadas de la misma oyente) y la opinión de otro periodista que ha escrito un libro sobre estos programas”.

Añade el tribunal que calificar la conducta del demandante como «estafa» es una opinión de la periodista, un juicio de valor muy crítico, sobre el negocio que supone ese programa y los de su misma naturaleza, el de programas de televisión de echadores de cartas, videntes o futurólogos en los que los espectadores hacen consultas en directo por medio de llamadas telefónicas de tarificación especial.  Y destaca el Supremo que las expresiones «estafa» o «timo» “se pueden utilizar coloquialmente para calificar un servicio defectuoso, engañoso o sin valor, o por el que se cobra una cantidad que se considera injustificada o desproporcionada”.

Por ello, entiende que “es lícito que la periodista opine que esas actividades de adivinación, las del demandante y las de los protagonistas de otros programas similares, constituyen un engaño o que se cobra una cantidad injustificada o desproporcionada por estas llamadas y las esperas a que se somete a quienes llaman, y que así lo exprese en el artículo periodístico”.

Información lícita

Respecto a que el demandante cobre un sueldo fijo y no una comisión o porcentaje sobre lo que se recauda por las llamadas de teléfono que recibe en el programa no es óbice, según subraya el Supremo, a que la información sobre el coste de las llamadas al programa sea veraz. “En el artículo se informa sobre lo que cuestan las llamadas al programa, no se dice que ese dinero lo reciba directamente el demandante. Y, en todo caso, es obvio que si el demandante cobra un sueldo por hacer ese programa es porque la productora logra beneficios de las llamadas que hacen los espectadores, y que la percepción de un sueldo por el demandante está directamente vinculada con la obtención de beneficios por la empresa que se lo paga”.

La demanda del tarotista fue inicialmente desestimada por un Juzgado de Getafe, pero la Audiencia Provincial de Madrid le dio parcialmente la razón al considerar que el reportaje constituyó una intromisión ilegítima en su derecho al honor, por lo que condenó a los demandados a pagarle una indemnización de 10.000 euros y a la eliminación de la noticia de Internet. El Supremo anula esta última sentencia y confirma la desestimación de la demanda.

CONSEJOS PARA EVITAR SER VÍCTIMA DE MANIPULACIÓN

 

 

«No todo lo que brilla es oro»… con esta frase podríamos empezar a describir lo que es una persona manipuladora. Por fuera se presentan como seres encantadores y seductores, pero por dentro saben qué herramientas emplear para que la gente de su alrededor hagan lo que ellos quieren. ¿Eres víctima de manipulación?

La manipulación a veces es más obvia, a veces menos, ya que no todas las personas proceden del mismo modo. Del mismo modo, no todas las víctimas tienen las mismas características. A nivel individual, el manipulado empieza a experimentar una sensación de pérdida del control de su vida, como si estuviese acorralado o haciendo cosas que no quiere.

Luego, a nivel interpersonal, la relación empieza a desgastarse con el tiempo, dado que, al notar la manipulación, este buscará evitar al manipulador o establecer una distancia. Pese a esto, no siempre es sencillo «escapar» de dichas conductas. Veamos un poco más al respecto.

Características de una persona manipuladora

Está claro que no existen dos personas manipuladoras iguales; sin embargo, es cierto que sí comparten algunas características. Entre ellas, podríamos mencionar las siguientes:

  • Son personas que se guían por la frase «el fin justifica los medios». En este sentido, lo primero es su voluntad, lo segundo sus deseos y lo tercero, ellos mismos. Para obtener lo que quieren, pueden ordenar hábilmente las piezas y hacer sus jugadas de abuso psicólogico.
  • No se dejan llevar por lo que consideran «sentimentalismo» ni tampoco les preocupa el comportamiento ético. Es decir, no les conmueve que la otra persona tenga que hacer algo con lo que no está de acuerdo, así como tampoco tienen  culpa por lo que hacen. Los mueve el narcicismo, el hedonismo y el egoísmo, siempre lejos de la empatía.
  • Muchas veces, cuando ven que no logran manipular, se convierten en perfectos intérpretes del rol de víctimas, en un intento por conmover (y convencer).

    Para evitar ser víctima de manipulación:

    Evitar caer en el juego de la manipulación puede no ser una tarea sencilla. No obstante, hay algunas estrategias simples que pueden ayudar a mantener lejos a los manipuladores. ¡Ponlas en práctica!

    1. Aprende a conocerte, respetarte y escuchar tus propios deseos

    Muchas veces, das el «sí» fácil y dejas de lado aquello que en realidad quieres hacer. En pocas palabras, no te das la oportunidad de pensar qué te gusta y qué experimentas frente a determinadas situaciones. La próxima, no dejes de lado estos interrogantes, ¿qué quiero? ¿Qué no quiero?

    Es fundamental concederse espacio para al autoconocimiento, ya que cada uno tiene sus propios temores e inseguridades que son el blanco perfecto para la manipulación.

    2. Pon límites sin culpa

    En relación al punto anterior, a partir del autoconocimiento  y del respeto por uno mismo, es primordial aprender a poner límites. Debes ser consecuente con aquello que deseas y lo que no. A veces, esto puede ser complejo, sobre todo si la persona que manipula se vale de tus puntos débiles para tratar de convencerte.

    3. Mantente firme en la postura

    Siempre trata de dejar claro lo que piensas y lo que vas a hacer. Aprender a decir que no. La mayor parte de las veces, la persona que manipula intentará persuadirte de lo contrario. Sin embargo, no hay que dejar lugar a dudas ni titubeos. Es conveniente hablar con seguridad y convencimiento, incluso a través del lenguaje corporal.

    Si el manipulador empieza a ponerse insistente, lo mejor es que interrumpas la conversación y le manifiestes que ya no quieres hablar de dicho tema en ese momento. No debes permitir las faltas de respeto ni tampoco tienes que disculparte por no acceder a sus pedidos.

    4. Trabaja tus emociones

    Este punto se relaciona con todos los anteriores; es necesario trabajar sobre las emociones, reconocerlas, validarlas y aprender a manejarlas. En caso contrario, se convierten en ese punto débil que ya mencionamos, y a través del cual el manipulador  busca ejercer su control.

    Los argumentos de una persona que manipula siempre acaban apelando al «no te cuesta nada», «para mí es realmente importante, sino no te lo pediría», «pensaba que podía contar contigo», entre muchos otros más. De allí que identificar cómo te sientes y ser congruente con ello, sea tan necesario para no caer en la culpa y en el miedo.

    5. Restringe tu contacto

    Si crees que eres víctima de manipulación, intenta alejarte tanto como te sea posible de la persona manipuladora. Si no puedes hacerlo (por ejemplo, porque mantienes una relación laboral), intenta disminuir el contacto y limitarlo a lo justo y necesario.

    Emplea el «si, no, entendido» y otras respuestas monosilábicas, de tal modo que no tenga la oportunidad de iniciar una conversación, ni obtener información privada sobre tu vida. Las personas que manipulan son expertas en dar vuelta el discurso. Por eso, lo mejor es evitar dar demasiadas explicaciones.

    Uno de los casos más frecuentes y nocivos de manipulación es el gaslighting , que se refiere a una forma de abuso emocional muy sutil, que termina por hacer dudar a la persona de sus propios pensamientos y hasta de su propia cordura.

    Es una de las formas de manipulación más invisibles, pero más perniciosas, con terribles consecuencias a nivel psicológico. Suele disfrazarse de problemas de pareja, pero en realidad es manipulación con todas las letras.

    Por todo lo anterior, debes tener mucho cuidado con aquello que dices o sugieres, ya que pareciera que las personas deberían ser de tal o cual forma para no ser víctimas de algo, en lugar de exigir o esperar que los manipuladores se comporten como debe ser.

    Esta postura termina por comprometer la autoestima de quien es manipulado y, muchas veces, este acaba pensando que en verdad tiene la culpa. Lo cierto es que el entorno mismo acaba reforzando el círculo vicioso entre manipulador y víctima.

    María Fátima Seppi Vinuales(Psicóloga)